T.V. (Todo Viral).

Tener la posesión del control remoto entre tus manos, la disponibilidad de poder cambiar de programación las veces que sean necesarias, es realmente tentador. Pero la emoción disminuye al toparnos con una programación desabrida y ridícula. No soy un televidente recurrente pero no he de negar que en múltiples ocasiones me he acostado o sentando en frente del televisor en busca de algo interesante, algo que mate esos lapsos de aburrimiento que se presentan ante mi.

Preguntando a mi madre y tío sobre la programación de sus tiempos, la respuesta es alusiva y sonriente; como si los recuerdos los situaran en una época que con los años se ha venido perdiendo. Antes la mesa estaba servida con programas como: "Siempre en Domingo", "Los Polivoces", "Papá Soltero", "El Chavo del Ocho", "El Chapulín Colorado", entre otros. Cada uno de ellos era transparente y divertido, un contenido digerible para toda audiencia. En la actualidad los talkshows y series de televisión han empañado nuestra visión con el pretexto de exponer una temática y diversión que alcanza lo absurdo.

Algunos de los programas que para mi merecen ser anulados aparecen en televisión de paga, lo que muchos creen suficiente escusa para promover programas vacíos. El primero que debe ser anulado es "Jersey Shore" una vulgar y triste definición de lo algunos entienden por diversión y seducción; con tipos tan inflados y mujeres tan plásticas y sintéticas queda lástima ser vistos y aún más idolatrados. Siguiendo en esa lista "La Casa de los Dibujos" llano y desagradable y "Guerra de Chistes" que obedeciendo a los ritmos desembocados de hoy en día hacen de lado el humor colorado para abusar de lo explicito. En esta pasadia a sólo dos defendería: Polo Polo & "South Park"; el primero un ingenioso para contar chistes con un estilo patentado; y los segundos una serie que anteponiéndose a las groserías está el contexto que nos hace ahondar (salvo las primeras temporadas que son soporíferas). Aunque en ocasiones pecan de tanta altisonancia inmiscuida. Si hablamos de la televisión abierta en la lista fatal encontramos a la supuesta presentadora y ayudante de causas nobles Laura Bozzo en Televisa; al otro lado de la acera, Rocío Sánchez Azuara en TV Azteca, de un estilo muy similar, fingido y apócrifo. En ambos casos repruebo a la cabestra audiencia por disfrutar de espectáculos tan ínfimos en pro de su permanencia.

Esta claro que la televisión no es la única solución de esparcimiento pero cuando lo es, se busca algo (al menos yo) que al finalizar te deje con una sonrisa o pensamiento reflexivo; no decepción. Al parecer, las ideas se extinguen y lo que ayer era novedad, hoy se destiñe.