"This is not the sound of a new man or a crispy realization. It's the sound of the unlocking and the lift away. Your love will be safe with me."

martes, 28 de enero de 2014

...

Y aquí estoy, dando vueltas en círculos,
buscando mensajes en libros.
Preguntándome a dónde cada paso que doy va:
¿destino o pensamientos que vienen y van?

Y aquí estoy, escribiendo con esmero.
En mi mano izquierda el tiempo me lleva,
en la derecha mi sombra se aferra
y en mi cartera una foto de ella da vuelo a mis deseos.

miércoles, 15 de enero de 2014

I was there. I swear.

She say: you don't like me
and everything falls down.
I was looking forward for her;
she just throw my aim away.
I say: you must get up, no path is short;
I stand up and realize you were still on my thoughts.
I am a coward, I know
for not let you know prior.
But, you know...
Life give lessons and love a story to be told.

Outro

Fear is an emotion, as well as love.
We're both frightened and close enough.

A quien corresponda

¿Es difícil, no?
Tener un sentimiento por alguien más que termina en nada.
Invertir suspiros, comas, letras y miradas para acabar con las manos heladas.
Maldita sea. Mil veces maldito es el amor pero más quien no está ahí a su llegada.

martes, 14 de enero de 2014

Se non ora, quando?

La noche, oscura hermana de este anhelo medular.
Mi corazón palpita. ¿O me equivoqué de ciudad?
No sé qué hago aquí. Llegué y ni plato repetí.
Un, dos, tres por mi, por ti y por el arlequín detrás del Rest In Peace.
A veces ni yo entiendo la evolución. Toma chango tu banana.
Camino. Sigo. Miro. ¿Es eso un ovni o sólo un botín compungido?
Maldición, qué naco soy. Hasta parezco pero no soy.
Tú, sí, tú, la de los ojos que mira díscola, bizca y anodina.
Hay más estrellas en cielo nublado que en cualquier verano.
Alguien prenda una veladora y pida que la luz vuelva; ora reza ora se queja.
Ya váyanse a dormir y déjense ahí, pinches edipos.
El periplo comienza con ese olor entre cantina y sueños robados.
¡Já! Mira, alguien terminó dormido y miado.

lunes, 13 de enero de 2014

Cri-Cri No More

México es mi país. Por ende, me encanta hablar sobre él. Sobre todo desde que me sumergí en su psicología por medio de varios libros que tuve la oportunidad de leer. Lo primero que ha llamado mi atención es el poderío culturar y demográfico con el que cuenta. Los mayas y los aztecas, son mundialmente conocidos y unas de las civilizaciones más importantes en la historia de la humanidad. Tiene destinos turísticos excelentes. Playas por las que morirían países de elite así como lugares muy acogedores y ricos de historia que ya desearían nuestros vecinos del norte (Saludos a Santa Anna).

Ahora bien, algo que me alarma, que llama poderosamente mi atención es cómo se ve el mexicano a sí mismo. Para ejemplificar mi respuesta, trasladémonos a Nueva York con sus rascacielos. Digamos que el mexicano es uno de ellos. Imponente, con un panorama envidiable. Pero, ¿realmente se siente así? No lo creo. Más bien, se percibe a sí mismo como la pequeña licorería en el barrio más despreciable de la ciudad. donde el panorama es desalentador y el futuro brilla por su ausencia. Ese, señoras y señores, es el mexicano. El chiquitito, el del "sí se puede", el del "si Dios quiere", el del "llorar y llorar", el "siempre fiel", el de los chorlitos que nadan en la fuente del chorrito. Viva México, cabrón.

México ha sido un país violado históricamente. Y, como la persona que es violada, genera desconfianza, una especie de psicosis fundida y refundida con paranoia que colinda con la esquizofrenia (qué pinche perfil psicopatológico me acabo de aventar, no mames). No es de oquis que el mexicano desconfíe de su propio hermano, de su propio vecino, de su propio conciudadano. El miedo persiste aún después de tanto tiempo.

Ahora bien, lo más irónico de todo esto es que, el extranjero, pieza fundamental de nuestro viacrucis y calvario, es recibido con los brazos abiertos, cándidamente, visto con la misma ilusión del niño que torna su mirada a las alturas donde ve con ojos de grandeza a la persona frente a sí. Esperamos más de ellos, aunque de grandeza solo tenga los zapatos, que del paisano, de nuestro pariente en sangre y genética. Una especie de Síndrome de Estocolmo demasiado pervertido a través de los años.

...

¿Realmente el mexicano tiene la capacidad de sobresalir? Sí/No. Sí, porque se ha sobrepuesto a los guamazos que se le han propinado a lo largo del tiempo. Porque ha tomado la mierda que le arrojan y convertido en algo orgánico. Ha sabido sublimar sentimientos de ira, rencor o enojo en algo más apropiado. Sin embargo, triste continua siendo que, el mexicano se comporte mejor entre más fuerte estén los palazos, entre menos apuesten por él, se siente mejor en el terreno de la victima que del visionario. El mexicano, al parecer, no conoce otra historia en la que no tenga todas las de perder; en su escudo, son la serpiente.

Y bien, ¿por qué no? Cierto es que hemos hecho de las cicatrices escamas. Pero lamentablemente seguimos nadando en la misma hedionda laguna rodeada de basura, de la negligencia del que pasa y le vale tres cuartos de madre si perjudica al de enfrente, a lado o al que pase, no somos como los tres mosqueteros "uno para todos y todos para uno"; somos más del "puto el que lo lea" o del "puto el que raje". Somos como el narcisista que juzga el mundo de acuerdo a sus dimensiones; y las del mexicano, lo que sea de cada quien, son pior que peor. Por eso sobresalir es distinción elitista. Sólo unos cuantos pueden presumir haber llegado lejos. En el fútbol, por ejemplo, Márquez y Sánchez; en la lectura, Fuentes y Paz. Y una vez más, a nivel individual (cual Pípila en la Alhóndiga de Granaditas) porque como sociedad, bueno, mejor ni hablar. Por eso luego, ante la escacez, se disparan los egos.

El amor según un Don Nadie

Ok, he aquí un enlistado de lo que para mi representa el amor. Mi opinión es debatible ya que pertenece al grupo de creencias que me han formado. O en palabras más coloquiales y domingueras, cada cabeza es un mundo. Así que, comencemos:

1.- Vital, fundamental e importante: el amor es hoy. Al carajo los "para siempre" o "hasta que la muerte nos separe" que, en mi opinión, son el cáncer del amor.

2.- El amor es humano. Como lo dije alguna vez y lo sostengo: si crees que el amor es lo que dice Coelho, Fromm o cualquier otra publicación de medio pelo, felicidades: tú no buscas amor, lo sigues. El amor es tan humano que se pueden permitir errores.

3.- El amor dura aún después de "muerto". Cuando andan con alguien, derraman miel sobre hojuelas, publican hasta el más mínimo detalle de su afecto. Hasta que, llega el momento de la separación; ahí, el otro se convierte en alguien tan zurdo como el cero antes del punto. No apliquen la de Marisela: "Que te vaya bien, que te vaya mal, que me importa no es mi problema".

4.- El amor no es sólo agasajo e intimidad. Éste tipo de amor va bien con Televisa o TvAzteca, ya saben, en lo que concierne al rating y al poder. El amor abarca desde un simple "buenos días" hasta un BMW Serie 4 Coupé. Bueno... cada quien su presupuesto.

5.- El amor no es "a mi manera" ni aun llamándome Frank Sinatra. Háganlo.