¡Viva el día! ¡Muera la noche!
El sol ilumina, la luna se esconde.
El sol nos fastidia con su intenso reproche.
La luna se pierde tras la luz que pende.
Los párpados se abren a la luz del día;
¿Los sueños se tornan pesadillas?
La calle su vida recobra;
¿Se osa llamar vida a la monotonía?
Las parejas de la mano por las calles caminan.
El sol ilumina, la luna se esconde.
El sol nos fastidia con su intenso reproche.
La luna se pierde tras la luz que pende.
Los párpados se abren a la luz del día;
¿Los sueños se tornan pesadillas?
La calle su vida recobra;
¿Se osa llamar vida a la monotonía?
Las parejas de la mano por las calles caminan.
Los estudiantes a sus escuelas se aproximan.
Los establecimientos abren sus puertas.
La violencia irrumpe con sus onomatopeyas.
El joven vive, el viejo padece;
El rico escala, el pobre perece;
Los políticos mienten, la sociedad decrece;
Los mayas aparecen y la esperanza reverdece.
La noche se empieza a hacer presente.
Las estrellas se asoman tímidamente.
El viento se vuelve más frío,
Las personas se desnudan de repente.
El sol no está más posesionado,
A un lado ha quedado su severidad.
Ahora es la luna dueña de la noche;
su luminosa figura trasciende la mortalidad.
La violencia irrumpe con sus onomatopeyas.
El joven vive, el viejo padece;
El rico escala, el pobre perece;
Los políticos mienten, la sociedad decrece;
Los mayas aparecen y la esperanza reverdece.
La noche se empieza a hacer presente.
Las estrellas se asoman tímidamente.
El viento se vuelve más frío,
Las personas se desnudan de repente.
El sol no está más posesionado,
A un lado ha quedado su severidad.
Ahora es la luna dueña de la noche;
su luminosa figura trasciende la mortalidad.
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