Me encanta el color rojo. Significa tantas cosas: la pasión que impregna el amor así como el impacto de la sangre que brota por los cuerpos. Es un color de notable dualidad. No así el azul que derrocha vida y un plácido infinito que es relacionado con Dios. El amarillo es mi color favorito. No encuentro un color tan vivo y que resalte tanto el atractivo físico. Unos lo notan otros lo portan. El verde es relacionado con la naturaleza y la ecología aunque no todo lo que de la tierra provenga sea vital. Los más hermosos paisajes le incluyen como señal de la existente hegemonía de la madre tierra sobre el ser mortal. No olvidemos el color negro, siempre elegante, siempre prudente. Utilizado en velorios como muestra de luto y estereotipado como estandarte del rock. Color que bien recopila todo el ocultismo que desprende la noche y el cual porto cuando el blanco no corresponde al álter ego que dentro reside.
martes, 1 de mayo de 2012
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