"This is not the sound of a new man or a crispy realization. It's the sound of the unlocking and the lift away. Your love will be safe with me."

jueves, 24 de mayo de 2012

Cannabis, sangre y civiles


Hemos visto últimamente protestas colectivas de jóvenes mexicanos que se oponen a la presidencia de Enrique Peña Nieto. Acto que me parece totalmente justo. Es totalmente alentador que la juventud tome un papel más protagónico y haga valer su peso dentro de la sociedad mexicana. De donde soy, no hubo tanta convocatoria pero el mensaje se difundió a lo largo de su centro. Pero no estoy aquí para escribir un panegírico, bitácora ni nada por el estilo, más bien, para postular la pregunta: ¿por qué se vuelcan este tipo de manifestaciones en desacreditar a un candidato? ¿por qué no ha hacer conciencia sobre la importancia del voto ciudadano y repartir información de cada uno de los candidatos, para que este elija?

No estoy adentrado en las propuestas de los candidatos y por eso me parece un buen ejercicio el que presento. Eso de tumbar al que está en la cúspide por medio del desprestigio se me hace una omisión de las propias virtudes que puede mostrar un candidato. Muchos no quieren a Peña Nieto, es evidente. Más, dicha mayoría, no se hace notar en las encuestas. Aún sigue habiendo una preferencia por el candidato del PRI así como un porcentaje considerable de personas que no han elegido para quién su voto ira o que simplemente lo omitirán.

Para mi, el mayor problema que presenta el país es la negligencia ciudadana. En un país donde siempre el más fuerte a regido y las minorías son como sus marionetas que dejan caer o dan vida según sus conveniencia e intenciones, es lógico pensar que la gente ya no quiere seguir así o, que le cuesta trabajo despojarse de ese velo que tiene cubierto su rostro y atadas sus manos. Algunos se oponen por medio de la ignorancia, del sentir común, mientras, con armas más contundentes, son tachados de apócrifos. Este es el México polarizado, el México en el que no hay un ganador pero si un unánime perdedor.

¡Vaya panorama tenemos ante nosotros! Mientras unos debaten por sus intereses para su regreso a la silla presidencial ponderando lo mismo de siempre, otros de manera masiva y democrática se presentan como la oposición que no quiere volver a tiempos pasados al frente de un presidente que cuya fama esta cargada de desprestigio; mientras tanto, un país entero los observa, como quien mira una partida de tenis, lleno de dilemas respecto a la credibilidad de uno y otro. Lo cierto es que el nombre del juego es "Quítale la silla al PRI". La pregunta es: ¿Si el propósito no es alcanzado habrá tolerancia? ¿En México se está preparado para tomar nota de la derrota? No lo creo.

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