"This is not the sound of a new man or a crispy realization. It's the sound of the unlocking and the lift away. Your love will be safe with me."

domingo, 22 de julio de 2012

¿Son esas tus nuevas gafas?

Cuando llega la noche las farolas se encienden y el silencio desciende,
y yo en mi alcoba me hayo esperando el secuestro de Morfeo.

Mis pensamientos son una colmena y su miel más luce como cera;
impidiendo que mis párpados den por concluido un nuevo acto.

La luz a través de mi ventana, la araña en mi ventana
y la voz que persiste en mi interior son los únicos testigos.

¿Poner la mente en blanco? ¿Es aplicable la palabra desalojo
cuando se trata de escurridizos temores y rencores?

¿Acaso mi cuarto se ha ido reduciendo al paso de las noches
o es simplemente el estrecho pasadizo entre lo real y lo onírico?

Mientras tanto, la ansiedad vuelve y me convierte en un torbellino;
mis dientes acaban con mis uñas y las almohadas en el juguetero.

Después... la paranoia. Ruidos que vienen de abajo, ruidos que vienen
de un costado; una vez más se esfuma la posibilidad de descansar.

El techo, una vez más a mi vista. A veces me he preguntado si
iluminándolo las aspas al girar me podrían hipnotizar.

Pero tratándose de ceder, el tiempo es efectivo, es como el pentotal sódico:
dejad que transcurra un poco y acabarás confesando en silencio.

Lo demás... sólo Freud lo sabe.

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