"This is not the sound of a new man or a crispy realization. It's the sound of the unlocking and the lift away. Your love will be safe with me."

miércoles, 29 de marzo de 2017

Pandora

En todo país existen dos tipos de leyes: las tácitas y las explícitas. Las últimas se encuentran escritas en esas grandes hojas de papeles, pergaminos del bien actuar social y las primeras son esas leyes que aunque no escritas, son adheridas por el medio social, por medio de la gente, no oficiales, no legales, pero que rigen el actuar de un cierto grupo.

Así que me encuentro en Facebook, y como siempre, uno se puede hallar lo que sea, la red social es una caja de Pandora. Y entre las tantas cosas que brotan surge el descontento, el enojo, la indignación, ante temas sociales como la violencia. Por un lado tenemos al tipo que es absuelto de sus cargos y la ebullición de la gente ante la resolución de su caso pues las leyes han decidido dejarlo en libertad. Por el otro, tenemos a un grupo de personas que unidas lincharon a otra por sus actos cometidos, sin juicio de por medio, todos en complicidad de acto. Pregunta: ¿por qué en dos actos de violencia, en uno estalla la indignación y el descontento, y en el otro no? ¿Es la diferencia el aval social? ¿El hecho de que en uno las leyes actuaron y en otro las personas intervinieron? Porque ambos actos son igual de alarmantes. Si me lo preguntan, el hecho de que otras personas lo hagan tiene un peso importante para su aprobación al igual que para eso llamado moral pues la carga de culpa ante acceder a semejante acto es menos ya que existe una justificación de por medio, un por qué lo hacemos; misma que existe para liberar al otro pero que deja un malestar social ante el acto que no ha sido castigado, que no ha sido aprobado por todos.

Yo en lo personal creo que las leyes en este país son pésimas, la justicia en este país es pésima, el sistema es pésimo, pero si me dan a escoger entre tener un juicio o quedar en manos de personas fuera de juicio, escojo la primera; al menos allí queda la certeza de que serás escuchado, de que lo que tienes que decir cuenta igual que lo del otro lado (más allá de que el veredicto final pueda ser justo o injusto pues se sabe de personas inocentes que han sido procesadas).

Si la respuesta a todo es la violencia, ¿por qué tanta indignación? Al final del día, todos dan uso de dicha herramienta bajo sus propios motivos sin importar que violencia, justificada o no, genera más violencia.

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