"Porque he pecado de palabra, obra y omisión"
-¡Objeción!
-¿Quién es usted?
-La conciencia.
-¿Aún existe?
-En algún lugar de este gran amazonas.
-¿Cuál es su objeción?
-Que ha pecado por humanidad.
-Explíquese.
-Ella sólo quería justicia.
-¿A puño cerrado?
-Justicia urgente.
-Por humanidad, ¿ah?
-¿No haría usted lo mismo?
-Si mi humanidad fuese tan critica como la suya.
-Era una situación urgente; se requería manifestarse ya.
-Se requería dos personas frente a frente; no todo el congal.
-¡Pero ella es la víctima!
-Y ahora hay dos de la misma especie; solo nos falta el arca.
-Creo que los moretones son justos.
-¿Lo justo o lo ideal? ¿Habla usted con la razón o el sentimiento?
-¡Hablo en nombre de la justicia!
-Y yo hablo con un ciego, porque manco no está.
-Momentos de apremio, exigen revoluciones.
-Pero aquí no ha muerto ni un rey.
-Pero ha habido ofensas.
-Ofensas que se resuelven con la palabra; pero todo este tiempo solo ha hablado uno.
-El precio de la negligencia.
-Omisión bipartita.
-Él fue convocado.
-Ella fue desbocada.
-Tengo testigos.
-Y cómplices.
-Todo por un mejor mañana. Lo inadmisible debe ser condenado.
-Lo inadmisible debe ser solucionado, no satanizado.
-Las cosas se dicen como son.
-Las cosas se dicen y después son lo que son.
-¡No pararemos por nuestra causa!
-Venganza.
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