No hace mucho tiempo les traía a ustedes la reseña de "AM", quinto álbum de los monos árticos, y en su contenido hablaba un poco de lo distante que se encontraba su sonido actual comparado, por ejemplo, al de su debut y "Favourite Worst Nightmare", producción en cuestión. Así que hoy, nos remontaremos un poco al 2007 para comentar lo que significó este material en su momento, álbum que, cimento a los monos árticos en su carrera a la cúspide de la que hoy gozan con todo merito y algunos cambios en el camino.
Mi peor pesadilla favorita, título que sugiere lo mejor de lo peor, se convierte, en una predicción atinada, en una de las mejores experiencias oníricas cuando hablamos de soñar con los ojos abiertos y la música adentrándose en nuestros oídos. Tiempos de desfachatez los predominantes en aquellos tiempos, el álbum bien demuestra ese sonido aventurero, osado, atrevido e incluso divertido que hizo ganar la atención de un gran número de personas. Un sonido digno de una agrupación que emergía y manifestaba un rock totalmente extrovertido, sin reglas, sin preocupaciones.
"Favourite Worst Nightmare" es precedido por el primer single derivado del material, 'Brianstorm' —some want to kiss some want to kick you—, el cual es un certero presagio de dinámica, ritmos contagiosos y muy buena ejecución instrumental/vocal desplegada en los casi 40 minutos de duración. Y tormenta es una muy buena palabra para calificar lo que es el álbum: pero no una de esas catastróficas que dejan más perdidas que ganancias sino una de las que dejan altos dividendos a quienes escuchan y quienes interpretan.
Un buen signo de lo anterior es que el álbum se desarrolla con tal soltura que cuando volteas a ver el tiempo, el disco ha terminado, pero la sensación al final no es de desilusión, de vacío, sino de satisfacción total, un material totalmente adictivo de inicio a fin. Y como no engancharse en ese movimiento tectónico que proponen cuando se escuchan cortes como 'Fluorescent Adolescent', 'Teddy Picker' u 'Old Yellow Bricks' llenos de sing alongs y estimulantes ritmos que hacen mover nuestro cuerpo —sí, el rock no solamente alborota la melena— o cortes más vertiginosos, en una vena directa y subversiva como 'Balaclava', 'D Is For Dangerous' o 'The Bad Thing'; de igual forma nos topamos con canciones de una fibra más sensible, de las que surgen tras excavar muy en lo profundo del ser como 'Only Ones Who Know' o '505' que cierra brillantemente un álbum resplandeciente.
Una jaque mate irrefutable en la discografía de Arctic Monkeys, "Favourite Worst Nightmare" triunfa por ese componente indómita incluso en momentos de introspección. Desde la voz rapeada de Alex Turner y su juego de palabras —sorry, sunshine, it doesn't exist, it wasn't in the Top 100 list— hasta la intensidad y entusiasmo en cada canción —que no pasa por alto ningún elemento—, hacen del álbum un material altamente apreciado por fanáticos y no fanáticos a pesar de la distancia; un éxito rotundo que trae a presente momentos de un pasado lejano musicalmente hablando —nostalgia— por que, en cuanto a capacidad, siguen demostrando sus muy buenas cualidades.
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