"¿Tienes miedo de morir?", ¿seguro quieres empezar así la historia? Es como si conocieras a una mujer y le preguntaras si quiere casarte contigo, simplemente rompes toda vibra desde el principio, toda posibilidad de una primera cita se va, la gente no busca la posteridad desde un principio, primero busca la informalidad antes de aventarse al para siempre. Por eso tu pregunta me parece un suicidio prematuro. Con solo leer la interrogante inicial todo interés de continuar la lectura se ha acabado. En tu intento de profundizar, de filosofar, llegas a un callejón sin salida desde la primeras sílabas, dejas al lector sin nada más por explorar, es una muralla tan lapidaria como la alemana. Quitas todo entusiasmo, todo apetito, todo deseo de más, haces que a uno se le revuelva el estómago, que surja el vértigo, provocas náuseas, mareos; ¿acaso eres un exterminador de todo principio de continuidad, de todo deseo de seguir, de avanzar hacía adelante? Tu pregunta es un cementerio y todo se va para abajo; es un tren en medio del camino que impide todo flujo continuo. Un minuto de silencio por tan perentorio epígrafe.
viernes, 17 de agosto de 2018
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