No hace poco publique el mundialmente famoso álbum "The Marshall Mathers LP" y hoy, a manera de continuación, me propongo a presentarles, "The Marshall Mathers LP 2", aunque no con el mismo ánimo ni entusiasmo que el primero. Aquel primero disco es, fue y será inigualable y sirvió para propulsar una estrella en ascenso, para dar un nombre e identidad a un artista, para posicionarlo en una cima de la cual no bajaría más. Su continuación, muy a destiempo a mi gusto, no cuenta con la categoría, impacto ni profundidad de su primera entrega.
Si tuviera que mencionar dos aspectos que hacen del material de menor calidad que el primero son: 1) la ausencia en producción de Dr. Dre quien, a inicios del nuevo milenio, era un fiel colaborador de Eminem y que al igual que este último contaba con importante popularidad y prestigio; sus producciones se vendían cual pan caliente; 2) no cuenta con el tonelaje hiphopero con el que contó el anterior en tiempos donde el genero vivía una época despampanante; para el tiempo en el que fue grabada esta producción, el género se encuentra sumergido en el trap así como muchos de los nombres que figuraron en el pasado no se encontraban al mismo nivel incluido el mismo Eminem.
De entrada, algo de lo que carece el álbum a diferencia de su antecesor es de sencillos, ya no igual de gigantescos que los que hubo en la primera parte, pero al menos igual de seductores y llamativos. El mayor single es 'The Monster', canción donde Eminem colabora con Rihanna y, para ser honestos, dista mucho de ser atractiva o significativa al menos para quien disfrutó de sencillos tan emotivos y representativos como 'Stan'; aquí más bien estamos ante una apuesta más comercial que musical. El segundo sencillo en popularidad es 'Berzerk' donde la producción —realizada por Rick Rubin— se asemeja más a una especie de homenaje a los viejos días de los Beastie Boys que de los de Eminem; una canción que, sí, es buena pero no del estilo característico del rapero de Detroit. 'Survival' y 'Rap God' son, desde mi perspectiva, los mejores sencillos; el primero con bastante energía rockera y del tipo que simpatiza a las grandes audiencias —de hecho, forma parte del videojuego Call Of Duty— y el segundo con una carga bastante pronunciada de rimas auspiciadas por el auto-proclamado Dios del rap —muy laxo en sus lineas—.
Debo advertir que no estamos ante un disco de mala calidad, para nada, y basta con escuchar el primer corte 'Bad Guy' para afirmar que la producción viene en serio y que Eminem no ha perdido su destreza a través de los años aunque sin el mismo potencial inicial. Lo que venimos a descubrir con el material es a un Marshall Mathers si bien no con la misma valía y algo sacudido con el paso del tiempo y los eventos, sí con la misma agudeza y habilidad para lanzar rimas que así como nos pueden hacer llorar nos pueden hacer reír, reafirmando ese humor ácido y frontalidad que lo hizo tan redituable y único en los inicios de su trayectoria; dos cortes tan opuestos como 'Love Game' —con Kendrick Lamar— y 'Headlights' —con Nate Ruess— bien pueden validar lo dicho antes.
Complicado comparar dos álbumes y dos épocas tan distantes y distintas una de la otra, dos momentos de la vida de Eminem tan diametralmente diferentes. Difícil no esperar algo parecido a la primera entrega y difícil, de igual manera, verse un tanto desilusionados al no encontrar algo, sino similar, de la misma denominación; y es que, si bien hay canciones malas como 'Stronger Than I Was' y de gran calidad como 'So Far...', "The Marshall Mathers LP 2" es algo inconsistente en comparación a su antecesor. Momentos donde el disco parece no llevarte a ningún lado, luciendo un tanto apagado, y otros donde se dinamita y atrae tu atención, son lo que hacen el material de opiniones tan divididas o de plano negativas.
En lo particular creo que esta segunda entrega se encuentra escalones por debajo de la primera pero, aun y con todos sus altibajos, logra una apreciación positiva a mis oídos así como de igual manera dentro de la discografía de Eminem que se encontraba en los más recientes años antes de este lanzamiento muy devaluada y sin una producción que mantuviera la vigencia de su nombre. "The Marshall Mathers LP 2" no llega en el mejor momento del rapero, cierto, en uno sin pena ni gloria, pero llega para reanimar una trayectoria que se encontraba pálida y por los suelos. Una gran bocanada de aire, una vuelta al juego, eso es lo que este álbum es.
80
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