Mi nombre es Willy y abrí el restaurante hace un año. Lo abrí porque la cocina es mi pasión y al mismo tiempo para demostrar que se pueden servir buenas porciones. Cada vez que iba a un restaurante, mi enfado era con las porciones. Muy pequeñas y en ocasiones sin ningún sabor. Mucho se quedaba en la vista y poco te quedabas. Por eso una de mis principales propósitos es servir platillos que sean bastos. Porque no se trata de llevarte la olla a la mesa, sino que la porción sea lo suficiente. Antes uno iba (y aún se va) ha restaurante, fondas, puestos, donde las porciones eran generosas y los precios bajos pero en actualidad los precios son altos y los platillos demasiado flacos. Por eso, cuando la gente venga acá quiero que sienta que su inversión ha sido acorde. Por cierto, mi restauran se llama anana. Que en francés significa piña. Lo mismo que en latín. Aunque mucha gente nos dice banana. Incluso la gente bromea diciendo: "vengo a la banana, a bajarme este calambre que no me deja a gusto". Y sí, por si se lo preguntaban, abrimos también los domingos.
domingo, 30 de diciembre de 2018
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