De noche. Caliente. La luna, llena. ¿Qué hago aquí? ¿Pertenezco aquí? Alguna vez fue así. Antes de la traición. Antes de la venganza. Estoy empapado de sudor. ¿O son lágrimas? Mis ojos están cerrados. No puedo ver nada. Solo siento una breve brisa. Una mosca en mi brazo. Todo es silencio. excepto una sinfonía de insectos. Unos hablan cuando otros duermen. Realmente yo no escribo esto; lo hacen mis sueños. Yo estoy en algún otro lugar donde la percepción alcanza. En el ojo de un mantra, donde todo comienza y seguro acaba; un hilo entretejido por manos extrañas. Caminos que se entrecruzan, que se dislocan; que te arrastran, que te estancan. Un camino cuya única salida es una gran fauce, que paulativamente se abre y donde todo cae al mismo lugar, al mismo principio, hasta desaparecer de este entramado por completo. Abro lo ojos. ¿Aún... sigo... aquí?
domingo, 30 de diciembre de 2018
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