Una revolución no es como una pelea de box donde uno se encuentra detrás de una butaca o en la comodidad de su sillón mientras ve como se reparten golpes ambos contrincantes. En una revolución uno es el boxeador. Uno es quien recibe los golpes. Uno es quien sangra. Así que cuando hablas de revolución me da la impresión que hablas desde la perspectiva de quien se encuentra detrás de un sillón o butaca y cree que no le va a pasar nada. Yo no daría la vida por este país. Ya ha habido gente que antes la ha dado y seguimos en el mismo lugar varados. Para dar vida a este país hace falta vida, no más muerte.
sábado, 26 de noviembre de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario