- Banda : Sigur Rós
- Álbum : Valtari
- País : Islandia
- Género : Post-Rock
Minimalista. Es esa la principal distinción de Sigur Rós que nos ofrece su sexta producción. Oriundo de la nórdica y glacial zona de Islandia, tierra natal también de Bjork, es para mi un privilegio experimentar por primera vez con su sonido tan infinitamente apreciado. Desde hace tiempo atrás que tenía ganas de oírle pero no es hasta ahora que me hice de su nueva maqueta que puedo oficializar el tan esperado acercamiento.
¿Que espectacular puede resultar la sencillez, cierto? Condición de la cual pocos sacan ventaja. Condición que ha ido desapareciendo. Mientras que las producciones habituales se esmeran más por ser la tonada principal de algún centro nocturno o ensordecer a sus oyentes con su altanera música, hay quienes que, haciendo uso de lo necesario y sin abarrotar de conceptos hipermanoseados al escucha, elaboran música de mayor prominencia y deleite; misma a la que me he dado el atrevimiento de nombrar como sinestésica.
Contrario a anteriores degustaciones de Post Rock en las que había tenido el placer de regodearme, donde el plácido sonido instrumental toma las riendas de la fascinación, aquí la voz de Jón "Jónsi" Þór Birgisson aparece y embellece aún más tan enternecedora travesía. Su participación no es la del habitual protagónico vocal que se apodera del micrófono y las expectativas, más bien, es algo así como un respaldo, un reforzador cuyo objetivo es el de acentuar el conmovedor acto que se está desplegando atrás de particular manera, como en 'Varúð' o 'Ekki Múkk'; mustias y excelsas al mismo tiempo.
Embarcado en esta hipnótica experiencia, que pronto hará surgir en ti la inspiración o descanso, doy mención a la cualidad principal y persistente que es exhibida en cada uno de sus títulos: modestia. No se puede prescindir de ella. Es el punto de partida para el desfile de emociones involucradas. Es la deflagración que nos lleva a encarar salvajes oleajes o acurrucarse en un profundo bienestar, como en 'Dauðalogn' o 'Varðeldur'.
En Conclusión:
Asombroso. Si el objetivo en cada placa de Sigur Rós es que los retratos y sonidos de remota tierra nórdica deje una impronta en cada uno de nosotros, lo logra satisfactoriamente. No hay manera de no caer absortos a ello. No hay manera de eludir la presencia tan pura de sus notas. Si bien, títulos hacen falta saborear, la encantadora virtud de "Valtari" es colocarnos en un estado imperturbable, como si estuviéramos flotando; como si estuviéramos siendo arrullados por la brisa y su chistar. Una experiencia digna de compartir con la noche.
¿Que espectacular puede resultar la sencillez, cierto? Condición de la cual pocos sacan ventaja. Condición que ha ido desapareciendo. Mientras que las producciones habituales se esmeran más por ser la tonada principal de algún centro nocturno o ensordecer a sus oyentes con su altanera música, hay quienes que, haciendo uso de lo necesario y sin abarrotar de conceptos hipermanoseados al escucha, elaboran música de mayor prominencia y deleite; misma a la que me he dado el atrevimiento de nombrar como sinestésica.
Contrario a anteriores degustaciones de Post Rock en las que había tenido el placer de regodearme, donde el plácido sonido instrumental toma las riendas de la fascinación, aquí la voz de Jón "Jónsi" Þór Birgisson aparece y embellece aún más tan enternecedora travesía. Su participación no es la del habitual protagónico vocal que se apodera del micrófono y las expectativas, más bien, es algo así como un respaldo, un reforzador cuyo objetivo es el de acentuar el conmovedor acto que se está desplegando atrás de particular manera, como en 'Varúð' o 'Ekki Múkk'; mustias y excelsas al mismo tiempo.
Embarcado en esta hipnótica experiencia, que pronto hará surgir en ti la inspiración o descanso, doy mención a la cualidad principal y persistente que es exhibida en cada uno de sus títulos: modestia. No se puede prescindir de ella. Es el punto de partida para el desfile de emociones involucradas. Es la deflagración que nos lleva a encarar salvajes oleajes o acurrucarse en un profundo bienestar, como en 'Dauðalogn' o 'Varðeldur'.
En Conclusión:
Asombroso. Si el objetivo en cada placa de Sigur Rós es que los retratos y sonidos de remota tierra nórdica deje una impronta en cada uno de nosotros, lo logra satisfactoriamente. No hay manera de no caer absortos a ello. No hay manera de eludir la presencia tan pura de sus notas. Si bien, títulos hacen falta saborear, la encantadora virtud de "Valtari" es colocarnos en un estado imperturbable, como si estuviéramos flotando; como si estuviéramos siendo arrullados por la brisa y su chistar. Una experiencia digna de compartir con la noche.
- Listado de Canciones :
1. Ég anda 6:15
2. Ekki Múkk 7:45
3. Varúð 6:37
4. Rembihnútur 5:05
5. Dauðalogn 6:37
6. Varðeldur 6:08
7. Valtari 8:19
8. Fjögur píanó 7:50
- Destacadas : 2.3.5.6.7.8.
- Calificación : 90
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