"This is not the sound of a new man or a crispy realization. It's the sound of the unlocking and the lift away. Your love will be safe with me."

domingo, 20 de agosto de 2017

Bien o mal...

La gente buena será más que la gente mala pero la gente mala tiene una trascendencia que los buenos no. Desde narcos y demás figuras, sus actos tienen una resonancia que perdura más allá de la estirpe de sus acciones. Si alguien ayuda a cruzar la calle a una señora no tendrá la misma repercusión que si alguien dispara una pistola; y ese es el problema de nuestra sociedad: las buenas acciones quedan eclipsadas por las malas acciones.

De hecho, pregúntese a usted mismo cuántas de las cosas buenas que hace en un día, en una semana, en una vida, tienen la misma repercusión de las cosas malas que hace porque éstas suelen notarse y recriminarse cuanto antes y con intensidad; en cuanto que las buenas suelen tener un impacto escueto o de plano pasar desapercibidas por completo.

En esa eterna batalla entre el bien y el mal, lo bueno y lo malo, da la impresión de que el mal o lo malo suele ganar más seguido pues su peso tiene un impacto mucho más hondo sobre nosotros ya sea condenándolo o imitándolo o ensalzándolo o viralizándolo. Mientras lo bueno no suele impactar con la misma contundencia febril, con la misma celebración o imitación, no suele ser reforzado de la misma forma que lo otro, que su contracara.

Quizás si las cosas buenas de la vida fueran tan bien recibidas, lo malo no tendría impacto tan sonoro, pero también esta en nuestra naturaleza esa tendencia de caer en lo perjudicial, de acentuar las cosas malas de la vida, de dar a lo negativo una importancia mayor. Cuantas cosas positivas habrá habido de Sodoma y Gomorra pero lo único que sabemos es que fue destruida por su indecencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario