"This is not the sound of a new man or a crispy realization. It's the sound of the unlocking and the lift away. Your love will be safe with me."

lunes, 3 de abril de 2017

Ético

En psicología, hay algo llamado código ético, derivado de lo moral, del bien y mal hacer, que en pocas palabras es confidencialidad, o sea, el hacer buen uso del poder que tiene el psicólogo por sobre la información personal del individuo/paciente y en la cual recae una gran responsabilidad sobre el especialista de no divulgar tal información que el individuo con confianza deposita en este.

Así que, aquí tengo el expediente de fulanito, un psicótico esquizofrénico-depresivo limítrofe, que solo por el diagnóstico suena intimidante, suena cabrón, suena a una clase de antagonista creado por Marvel. Ahora imaginen que divulgo, yo como psicólogo, dicha información por mis propios motivos personales; ¿estaré haciendo bien? ¿Son mis motivos mayores que la integridad del sujeto? ¿Existe un motivo más grande que la persona? Dicha decisión puede provocar desde que el avance que se lleva con el paciente se desvanezca hasta provocar que su vida se ponga en riesgo ante un posible suicidio o daño a su persona. La privacidad es muy importante no solo en términos de cotidianidad, sino también en términos de vínculo terapéutico, de profesión; ya que la nuestra no es una que se distinga por divulgar información personal (cual chisme de vecindad), y si así lo fuera, la popularidad del psicólogo sería menor de lo que es ahora.

Lo sé, lo sé, todo esto suena muy moral, del buen hacer, y allá afuera es un desmadre, cada quien hace lo quiera, pero precisamente por eso de quien más se espera, como el psicólogo, es quien menos puede fallar. Más allá de que el sujeto esté mal, no puede haber dos errores en un mismo escenario; y más cuando la otra persona se supone que es la correcta. La gente nos ve como seres superiores (del tipo que responde respuestas y soluciona problemas) y somos quienes menos margen de error tenemos, de quien mayor expectativa hay. Del otro lado no, pues ese está "dañado", ese está "mal", de ese no se espera demasiado. Una vez más: información es poder. Y dicha información en manos de las personas equivocadas, en manos de un gran número de personas, manoseada, compartida de aquí a allá, no es lo ideal para el profesionista mucho menos para el individuo/paciente y su respectiva mejoría.

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