El amor nunca gana. Es una mentira. He visto cómo personas tras años de relación rompen por odio, rencor. El amor es más bien una arcilla. Como esa que une, uno a uno los adoquines de una construcción o a la que el artista da forma hasta llegar a la creación. Pero definitivamente hay cosas más fuertes que ésta. Como la pólvora o el fuego. Capaz de destruir en un instante lo que con años se erigió. Capaz de reducir a las cenizas aquella edificación. Pero aun así la bondad del amor, el motivo por el que sigue siendo el discurso preferido del hombre, aun por encima de toda catástrofe o percance, la razón por la que sigue siendo asociada con el corazón, es porque une a todo a un complejo sistema bajo un solo caparazón. El amor nunca gana. El amor es un avalón.
domingo, 11 de enero de 2015
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