"This is not the sound of a new man or a crispy realization. It's the sound of the unlocking and the lift away. Your love will be safe with me."

domingo, 13 de julio de 2014

El drástico: paso cinco de siete

"Uno puede hacer dos cosas con el odio: convertirlo en un Picasso o dejar que, como el mar, te lleve de a poco al fondo", comenta un escritor de media tinta que resignó su sueño de escribir la novela de su vida por casarse con el amor de su vida; en un acto vivencial. La lluvia tenue y el olor a arroz a la jardinera hacen del día una oda al ascetismo; salir de la casa sería un crimen existencial. En la esquina, se cocina una escena primordial en este cortometraje kamikaze: una mujer deja caer un ramo de rosas para en el aire tomarla con una zurda privilegiada y mandarlo mucho a la fregada como Maradona o Burruchaga; una jugada que se esperaba con pelota controlada en la Arena da Baixada y no en la esquina de General Colón y Lerdo de Tejada. No cabe duda, que el amor como el fútbol exalta las pasiones y rompe corazones.

"Cómo jugar ajedrez en un iglú", titula el diario local un artículo sobre inteligencia emocional. En la página siguiente, se habla del reciente divorcio de una celebridad de tal manera que fue necesaria un par de planas para ondear en esta tragedia mundana muy de la parafernalia. La felicidad es una hoja en blanco. Y frente a mi, la posibilidad de ser feliz. "Escribir con tinta roja es de mala educación. Aún más o peor no sangrar lo más mínimo", reflexionaba mi profesor a la hora de los ensayos. ¿Existe algo mejor que el silencio de madrugada? Quizá solo aquella veladora desamparada que estalla en una celebración de nostalgia desaforada. "Mi problema con la muerte es que cuando llega uno ya va de salida", ironizaba un miembro lejano de la familia que solamente veíamos en funerarias o tras pagar la fianza penitenciaria. La adversidad es una humanidad entrecomillada.

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