Rencor es lo que menos esperas ver caer del cielo; amor es lo menos que esperas al ver muros en los suelos.
Propaganda te acusa sin consuelo y en tu cerebro comienza el siniestro revoloteo.
Nadie sabe por dónde empezar pero acaban por cavar el mismo agujero.
Un día te levantas y te sientes más vivo que en tiovivo;
a la mañana siguiente te levantas y reparas que todo fulgor a desaparecido.
¿Es acaso la vida un perverso incesto sin sentido?
¿Es acaso el miedo el nuevo evangelio del desprotegido?
¿Qué sabe de la vida quien siempre ha vencido?
Y si el camino es gris y ha ya oscurecido, espera. Tan solo la luz se ha ido.
Dando vueltas en círculos nada has perdido, silogismos has encontrado en el camino.
¿Cómo llamar al amor? Eufemismos que aún no concilio.
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