El silencio nos recibe;
milenario anfitrión de los obsceno.
Ya se oye un murmullo,
ya los árboles vienen y van.
Y espalda con espalda nos miramos;
y esperamos esperando interpolar.
No somos víctimas ni culpables,
somos química en el aire.
El amor no existe, yo lo sé;
pero existes y existimos a la vez.
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