"This is not the sound of a new man or a crispy realization. It's the sound of the unlocking and the lift away. Your love will be safe with me."

sábado, 2 de marzo de 2013

Ensordecedor no es sinónimo, de amor es antónimo.

¿Qué espero del amor? -Los escuché decir- Fue una pregunta bastante capciosa para mi. Fue una pregunta en la cual me confesé como aprendiz. Realmente no esperaba un pregunta de tal envergadura, muchos menos en tiempos donde entre más express sea el sentimiento mayor será el éxtasis aunque eterno el descontento. Pero eso nunca importará, porque nunca nada importa; no importa el compromiso sino un montón de fantasía amorfas.

Pero volviendo a la pregunta que se me hizo, mi respuesta tardó en llegar; pero al momento de arribar, fue atendida con cordialidad, fue abrazada como al amigo que llega y no se ha visto jamás. Primero, dije, el amor estaba pisoteado y no había rehabilitación más efectiva que la estima responsiva. Segundo, veneno es para el amor aquellos enamorados que de confeti los cielos revisten, neuróticos incorregibles de propaganda accesible. Y por último, contesté la pregunta que inquisitivamente me acorralaba: no puedo esperar mucho del amor si mi palabra no vale nada, si mi destello es glacial y no flamígero como la lava.

¿Merece ser noticia la inmundicia? Disculpa, ¿merece tu inmundicia tocar el cielo con la manos y profanar toda esperanza terrenal? La pregunta fue una estocada que maximizó mi mortalidad. No tenía nada que decir. No tenía más que el silencio como aliado. Soy un especialista en destruir la magia del momento. Quizá por eso escogí ser psicólogo y no arquitecto. Quizá por eso deambulo por los recovecos de laberintos secretos esperando encontrar salida aunque complejo sea el secreto.

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